Piura ha gozado de ilustres visitantes, pero quizás el más prominente haya sido Leonardo Polo, quien le dedicó diecinueve viajes, tenaces y generosos, para hacer escuela en la Universidad de Piura.
Por David Espinoza. 29 septiembre, 2023. Publicado en El Tiempo, 26 de setiembre de 2023.Levantar los ojos al cielo es una rutina en Piura, previendo si el día estará despejado o nuboso, como quien decide si usará un sombrero para salir de casa. Desde luego, el sol piurano es un reto para cualquier visitante, pero parece haber una pendiente más retadora para los propios piuranos: la de alzar los ojos al cielo, elevando lo rutinario hacia el asombro. Curiosamente, en esta pendiente, la mirada de un visitante adecuado se torna valiosa, se convierte en una invitación a ver el cielo de modo distinto.
Dicho visitante comprende –y hace comprender– lo primero del cielo: la aurora, en términos temporales; y el horizonte, en términos espaciales. La aurora es el comienzo del día, la luz más joven, la que disipa sombras; el horizonte es el inicio del cielo, la línea de encuentro, donde parece unirse a la tierra. Este visitante reconoce y enseña los principios, y hace relucir lo que se creía esclarecido pero que, en realidad, estaba deslucido por la monotonía.
Por supuesto, este visitante ha de ser apreciado, pues es de justicia señalar lo bueno que trae consigo. Quien aplaude la grandeza es partícipe de ella, pues la reconoce; pero quien la imita tiene aún más participación, pues la representa. Por eso, cuando este visitante llega, en su sentido más auténtico, nunca se va, permanece presente.
Es preciso advertir que los mejores presentes no son meros sucesos de un viaje singular, sino más bien de un continuo volver. Los mejores visitantes son, pues, los que audaces y tenaces retornan cuando pueden, motivados ya no por la curiosidad de un primer hallazgo, sino por el amor de lo que siempre encuentran. Así, nuestro visitante ya no es solo un erudito que enseña los principios del cielo, sino un sabio generoso que vuelve para acompañarnos.
Piura ha gozado de ilustres visitantes, pero quizás el más prominente haya sido Leonardo Polo, quien le dedicó diecinueve viajes, tenaces y generosos, para hacer escuela en la Universidad de Piura. Podríamos preguntarnos por qué fue Piura su destino predilecto, y tras una respuesta sencilla y ordinaria apreciaríamos el genio de este filósofo: el amor por su amigo –el más querido por él– San Josemaría, y la universidad que fundó.
En gratitud a este amor, la Universidad de Piura desarrollará, el 5 y 6 de octubre, el “XVIII Coloquio de Filosofía: Ciencia, Economía y Filosofía. Sin lugar a dudas, el rosal viviente florecerá una vez más para recibir las ideas de su siempre bienvenido profesor visitante.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.